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Resiliencia para emerger

Con el mercado más ajustado, el segmento de perforación direccional comienza a sentir la retomada de la economía, tirada por obras de saneamiento, gas y, en menor escala, telecomunicaciones

De forma gradual, los servicios de perforación direccional vienen ganando espacio en el mercado brasileño.  Aunque la técnica tenga surgido en el país en el inicio de la década de 90, casi en paralelo a su nacimiento en los Estados Unidos, el costo superior al de la apertura de zanjas por mucho tiempo pesó en la elección final del cliente.

Pero el tiempo pasó y el Método No-Destructivo de Perforación (MND), como es llamado en la jerga técnica, finalmente está ganando un lugar al sol. “Con costos más competitivos, principalmente en virtud de mayor alcance de la información sobre las ventajas del MND, muchas empresas están optando por nuestros servicios”, evalúa Liberal Ramos Júnior, director de Silcon Drilling.

El ejecutivo, que también es vice-presidente de Abratt (Asociación Brasileña de Tecnología No-Destructiva), es una referencia en el sector. Por fin, vio el desarrollar de la técnica al final de los años 90, a partir de la privatización de las compañías telefónicas en el país. “Con la concesión del sistema Telebrás, las operadoras pasaron a investir en tecnologías menos invasivas, que causasen menor interferencia en el entorno al rededor”, rememora. “Hasta entonces, todo se hacía con la apertura de zanjas, con la ocupación de áreas enormes.”

Además de la preservación del entorno de la obra, el MND facilita el cumplimiento de los plazos, justamente por causar menos impacto en el local de la instalación. “Además, genera menos ruido, suciedad en las calles y aceras y el mínimo de interrupciones en el tráfico de personas y vehículos”, dice el especialista.

Son muchas las aplicaciones del MND. Pero, sin duda, los segmentos en los que se quedan más presentes son los de saneamiento, gas y telecomunicaciones. Este último, incluso, es que tira el MND para el centro de las atenciones cuando se habla de perforaciones, particularmente en grandes centros urbanos, donde obras siempre causan algún grado de incómodo a la población.

Internamente, o mejor, por debajo del suelo, las dimensiones de los micro túneles son muy próximas, dentro de cada aplicación. Los diámetros más usuales, de acuerdo con el director de Ditch Witch, Antônio Cavalaria, varían entre 63 y 160 mm en las perforaciones en zonas urbanas, siendo los de 100 mm los más comunes, mientras las extensiones son siempre de 100 cm (o 1 metro).

En las aplicaciones rurales, la extensión puede ser mayor, ya que las áreas, normalmente, no son estandarizadas en cuadras, como es el caso de las ciudades, pero se mantiene en la media de 500 mm de diámetro. En obras de mayor magnitud, como canteros en estradas o próximos a lechos de ríos, por ejemplo, las dimensiones pueden variar de 8 a 20 pulgadas de diámetro, con hasta 2 mil m de extensión. “O más, dependiendo de la situación”, dice Cavalaria. “Analizamos cada caso junto al cliente.”

En general, los ductos mayores se destinan a gasoductos, siendo hechos con barras de acero. Los demás, de menor diámetro, son fabricados en PAD, un tipo de plástico de alta resistencia que vino a sustituir las viejas tuberías de cerámica – todavía hoy día presentes en ciudades menores – y, más actualmente, al local de algunas de PVC, todavía muy usadas por las empresas de saneamiento.

OSCILACIONES

Pionera en Brasil en esta tecnología, Silcon debutó en este sector en 1992 y, desde entonces, viene asistiendo a los altos y bajos en el mercado, desde una fuerte caída en los años 2000 al aumento vertiginoso de la competencia entre 2008 y 2012, llegando a una verdadera derrocada en los últimos años. “La crisis que vivimos en el inicio de los años 2000 se justificaba: todo el ‘grueso’ de la inversión en la infraestructura fue hecho luego al inicio, y cuando eso acabó, tuvimos una retractación muy grande”, contextualiza. “Pero, de cierta forma, era algo esperado.  Ahora, para esta crisis que estamos viviendo, no había pronóstico de ser tan severa.”

En momentos como este, sin embargo, es que se hace patente la capacidad de resiliencia del empresariado brasileño. Acostumbradas a los drásticos ciclos económicos, las empresas aprendieron a duras penas a si reinventar en circunstancias adversas. Es lo que se hace a Vermeer, con la diversificación de su portafolio de productos. Para Flavio Leite, gerente general del fabricante estadunidense, fue la ampliación del alcance de negocios que proporcionó a la empresa mantener sus operaciones por aquí en un nivel saludable. “El mercado se aceleró mucho al final de la década de 2010 y perduró por los dos, tres años siguientes”, dice. “Con eso, mucha gente fue atraída por la promesa de un negocio altamente rentable. Pequeños empresarios compraron dos, tres máquinas de perforación y fueron trabajar en el sector. Pero, después que el mercado empezó a minguar rápidamente, solo los que tenían más robustez sobrevivieron.”

En esta tonada, muchas de las pequeñas empresa mencionadas por Leite sufrieron quiebra, lo que los conlleva a un “sentimiento de que ya hubo una sensible reducción del mercado”. “Mucha gente salió, principalmente los pequeños, que no tenían aliento para resistir a la crisis”, reconoce.