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Hora de ajustes

Modificación en las reglas del PSI/Finame obliga a los fabricantes de máquinas pesadas a ofrecer mejores condiciones de financiamientos para garantizar nuevos contratos

Con el primer trimestre transcurrido, no hay dudas que 2015 es un año desafiador para cerrar negocios. Sin embargo, en lugar de sentirse estremecido por las dificultadas que afectan la economía nacional, el mercado está esperando la reanudación de las inversiones para evitar paralizaciones en la línea de producción y despidos.

Una buena noticia, al menos en parte, se produjo con el anuncio de las nuevas condiciones del Programa de Apoyo a la Inversión (PSI/Finame) – aún la principal modalidad de crédito para financiar maquinarias pesadas en el país. En marzo, después de meses de espera, el Banco Nacional do Desenvolvimento Econômico e Social [Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social] (BNDES) finalmente aprobó su operación.

Para mantener el programa en condiciones viables, el Consejo Monetario Nacional (CMN) ha determinado cambios en el presupuesto y en las tasas de interés. Antes de nada, el volumen de recursos – que sobrepasan los R$ 50 mil millones en 2014 – fue reducido a R$ 37 mil millones este año. Por otra parte, las tasas de interés subieron del 4% al 8% para el 6,5% al 11% por año, dependiendo de la modalidad de crédito y porte de la empresa. “La medida está alineada con el plan de ajuste fiscal, al mismo tiempo que garantiza el estímulo a la inversión”, argumenta Paulo Sérgio Sodré, jefe del departamento de máquinas y equipos (Demaq) del BNDES.

Según él, fue la necesidad de ajuste y corte de gastos que provocó que el Tesoro Nacional deje de subsidiar los préstamos del BNDES. Por lo tanto, se hizo inevitable aumentar la tasa de interés de largo plazo (TJLP) del 5% al 5,5% por año. “Esta tasa se usa como base para diversas líneas de financiamientos del BNDES, inclusive Finame”, explica. “Una vez sumada las tarifas de retorno y remuneración de los agentes financieros, deberá costar entre el 12% al 13% por año para el prestatario en 2015.”

Por las nuevas reglas, el porcentaje máximo financiable del bienes es de sólo el 50% del valor del equipo para corporaciones de gran porte y del 70% para empresas de pequeño y medianos portes. El plazo máximo, que ha sido de 144 meses – en el caso de máquinas y equipos – se redujo a 120 meses, con carencia de 24 meses. Para la adquisición de camiones pesados, el plazo se redujo de 120 meses a 72 meses, con carencia de seis meses para las grandes empresas.

RETRASO

La demora en la regulación de las nuevas condiciones del programa ha retrasado el inicio de las ventas a los fabricantes de equipos. Sumado a esto, el sector tuvo que buscar alternativas para financiar la parte del precio de los equipos, que no sería más cubierta por la línea subsidiada del PSI/Finame. “Nuestra preocupación en este momento es ofrecer condiciones de financiamiento al cliente y ver la aceleración de la economía”, comenta Afrânio Chueire, presidente de Volvo CE Latin America, revelando que el BNDES participa en el 80% de las operaciones de la empresa y que, incluso de modo sintomático, el primer bimestre fue débil.

Con el retraso en las definiciones y tasas de interés bien menos generosas, Volvo CE ya ha movilizado a la Volvo Financial Services, el brazo financiero de la marca, para facilitar el crédito y las ventas. “Cerca del 20% de los negocios cerrados en el año son realizados por intermedio del banco, por lo tanto, fue necesario ajustarnos a esta realidad”, destaca Chueire.

La decisión del gobierno de mantener el PSI/Finame hasta el 31 de diciembre también sorprendió al mercado, que escuchaba rumores de que la línea de crédito seria mantenida sólo hasta julio. Para Bernardo Fedalto, director de camiones de Volvo en Brasil, fue una decisión correcta, ya que el programa estimula a los compradores a renovar la flota de vehículos con tasas de interés aún atractivas. “En los últimos años, el programa ha ayudado mucho, más en el aspecto de ofrecer una tasa de interés compatible con la aplicación del transporte que sólo como una muleta para el sector”, recuerda el ejecutivo, al afirmar que las cotizaciones han vuelto. “Incluso con el reajuste, aún son tasas competitivas cuando se las compara con las practicadas por el mercado. En 2007, el mercado giraba con tasas más o menos iguales a las practicadas hoy. Es decir, el año ha empezado”, bromea.