Entrega de soluciones

Una vez que ofrecen provisión de combustible, lubricantes y otras soluciones directamente en los canteros, convoyes se vuelven equipamientos vitales en operaciones off-road

Montados sobre camiones, furgones y hasta mismo pick-ups, los convoyes son vehículos personalizados con utilidades de atención y provisión para máquinas pesadas en operaciones en la construcción civil y minería. Para tanto, esas verdaderas “oficinas ambulantes” son plancheadas y preparadas para trabajar en condiciones severas, asegurando, así, una operación ininterrumpida en los canteros, no importando dónde estén.

El blindaje, además, es uno de los puntos más discutidos con relación a los convoyes, pues –como el objeto es garantizar que la operación no sea interrumpida – ellos también necesitan resistir a las intemperies del ambiente.

Así, se ofrecen esos utilitarios en tres distintos niveles de protección. Los denominados convoyes “abiertos” poseen sólo una protección contra lluvia y sol, mientras que los “semiabiertos” presentan protecciones laterales y los “cerrados”, protección completa.

Hasta por eso, actualmente los convoyes cerrados son los más requeridos en el mercado, ya que son totalmente protegidos por puertas, vedas y compartimientos destinados al alojamiento de los accesorios. En tal modelo, el operador realiza todo el trabajo en el nivel del suelo, garantizando también riesgos menores de accidentes y mayor confort durante el servicio. Pero hay otros motivos.

Para Humberto Eufrade, gestor de negocios del fabricante de convoyes Gascom, la preocupación con la seguridad y la integridad del propio equipamiento hicieron con que las configuraciones tipo abierta y semiabierta se convirtiesen gradualmente menos requeridas en operaciones severas. Además, la extensión de la vida útil del convoy altera el valor de reventa, desfavoreciendo los modelos abiertos. “Los convoyes abiertos dejan que desear en la condición mínima de veda exigida por los usuarios, ya que quedan expuestos a todas las intemperies del ambiente”, complementa Eufrade.

Por otro lado, Guilherme Baraldi Neto, de la ingeniería de ventas de Bozza, cree que la elección depende del tipo de operación y del porte de la inversión de cada cliente. Por tanto, hay un mercado fuerte tanto para los modelos abiertos como semiabiertos, que representan entre el 30% y el 40% de las ventas del fabricante. “La operación de ese tipo de equipamiento también se lleva a cabo a partir del suelo, con todas las condiciones previstas de seguridad y calidad de los lubricantes y combustibles”, declara él, destacando que la inversión en ese tipo de convoy puede ser hasta el 40% menor, cumpliendo con las expectativas de clientes de menor porte.