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Compás de espera

Mercado nacional de obras carreteras todavía no despegó, postergando en un año más las proyecciones de ventas de compactadores vibratorios

Una vez más, la pavimentación carretera fue postergada. Como ya había sucedido en 2013, muchos de los proyectos anunciados no han salido del papel. Como contrapunto, dos grandes concesiones (BR-163 y BR-040) han animado los agentes del mercado, con el objetivo de crear un escenario de evaluaciones distintas y hasta mismo contradictorias en relación al real avance de los negocios en el segmento.

Ciber, que comercializa la marca Hamm en Brasil, estima una reducción del 15% en relación a 2013, mientras Caterpillar evalúa que el año fue “interesante y de crecimiento” para la pavimentación, sin especificar porcentuales. Como referencia más completa, el Estudio Sobratema del Mercado Brasileño de Equipos para Construcción detectó un crecimiento del 13% en dicho mercado, que – según el sondeo – comercializó el total de 2.150 unidades en el año pasado.

Para 2015, todavía no hay proyecciones, pero los entrevistados esperan un año “igual o hasta mismo un poco peor”, como afirma Luiz Lemos, gerente de negocios de Atlas Copco para la línea de pavimentación. Agregando detalles, el representante de Caterpillar para el segmento de pavimentación en Brasil, Paulo Roese, recuerda que los analistas esperan un índice de inflación del 6,5% y tiene previsión de una reducción en la estimativa de crecimiento del PIB, con proyección de solamente un 0,73%. “La tasa de cambio esperada para fines de 2015 es de R$ 2,70 y la tasa Selic debe cerrar en un 12,5%”, dice. “Además, hay toda la turbulencia política que afecta los contratistas en este momento, lo que paraliza las obras.”

Compartiendo dicha evaluación, Lemos subraya que casi todo que debía ser hecho en infraestructura de carreteras en Brasil en los últimos dos años quedó represado. “Vemos el reflejo de eso hasta en las programaciones de fábrica, dimensionadas para el mercado de 2010, cuando llegamos a vender mil unidades”, revela. “Dicho volumen fue reducido gradualmente  y, hoy, trabajamos con una  producción de 600 a 700 máquinas por año.”

TENDENCIAS

A pesar del escenario, la industria no se detiene. Para Lemos, si hay un lado positivo del tímido avance registrado de los últimos años es que Brasil sigue con un vasto mercado para obras en carreteras, tanto para construcción y pavimentación cuanto para mantenimiento de las vías. Así es que, Atlas Copco (como los otros fabricantes) sigue avanzando técnicamente y trazando tendencias de consumo y usabilidad de los compactadores vibratorios, siempre con el objetivo de obtener una mayor parcela del mercado.

Volvo CE, por ejemplo, apuesta en la masificación de los equipos con cabina. Según el gerente de equipos para carreteras de la empresa, Babliton Cardoso, actualmente un 95% de los equipos para suelo de la marca son equipados con cabina climatizada y protegida contra caída de objetos y vuelcos (ROPS/FOPS). “Para los compactadores de asfalto todavía hay más demanda por modelos sin cabina, con la argumentación de que nadie compacta asfalto en la lluvia y también de que los trabajos en regiones urbanas son más seguros con compactadores sin cabinas, pues darían mayor visibilidad al operador”, dice. “Pero eso también está cambiando, porque otros equipos de la Línea Amarilla, que también trabajan en áreas urbanas – como retroexcavadoras, excavadoras etc. – son equipados con cabinas y no dejan de ser seguros por eso.”

En atendimientos operacionales para las empresas Vale, Petrobras y  unas cuantas de los grandes contratistas del país ya no es permitido el uso de compactadores vibratorios sin cabina, lo que también está impulsando esa evolución, según subraya Cardoso.

De hecho, para el gerente de negocios de Ciber, Paulo Rogério Veiga Silva, la utilización de compactadores con cabina está más relacionada con la exigencia creciente de los clientes que a una definición normativa o mercadológica. Y la resistencia residual, según él, resulta del hecho de que “el precio del modelo equipado con cabina es aproximadamente un 15% más alto que el sin cabina”.

Pero, evidentemente, hay también aspectos legales. Roese, de Caterpillar, subraya que la NR-18 – que está siendo revisada cuanto al estándar de seguridad para la industria de construcción – prevé la inclusión de estructuras ROPS/FOPS y la obligatoriedad de cabinas cerradas con aire-acondicionado para prácticamente toda la Línea Amarilla y equipos para pavimentación. Las excepciones, por motivos de aplicación, serían las perfiladoras de pavimento en frío y las vibro-acabadoras. Cuando eso ocurrir, dice Roese, el mercado de compactadores vibratorios será lo más atingido, “resultando en una flota predominantemente equipada con cabinas en pocos años”.