En búsqueda del punto más alto

Es casi un consenso de que el principal apelo de los manipuladores es realmente su versatilidad operacional, una vez que ofrecen una serie de implementos, como cucharones, horquillas, cabrestantes, etc. Pero en Brasil, aparentemente su aplicación todavía no ha despegado. En el año pasado – que fue mejor que los anteriores – solamente 550 unidades fueron vendidas, según el Estudio Sobratema del Mercado Brasileño de Equipos. En comparación, la venta de retroexcavadoras cargadoras llegó a la casa de las 11 mil unidades.

En el Reino Unido y Francia, a propósito, a cada cinco manipuladores telescópicos negociados se vende una retroexcavadora cargadora. Allá, dichas máquinas son populares pues atienden a proyectos de construcción civil, minería, industrias y otros, con predominancia del sector agrícola, principal usuario mundial para ese tipo de máquina.

Por aquí, la situación momentánea para esas máquinas – llamadas originalmente de telehandlers – es de lucha por espacio y crecimiento. Todavía, en la evaluación de los fabricantes, dicha situación no debe perdurar por mucho tiempo, pues las proyecciones para los próximos años son más que optimistas.

En el corto plazo, las apuestas son favorables a la construcción pesada y civil. En algunos años, la “niña de los ojos” será, definitivamente, la agricultura. Sin embargo, actualmente los únicos compradores expresivos son las constructoras actuantes en programas de habitación popular (como Mi Casa, Mi Vida), donde las obras están usando horquillas para paletas y los telehandlers ya están demostrando eficiencia. “En realidad, la versatilidad de los manipuladores fue conocida en Brasil solamente en los últimos cinco  años”, dice Nei Hamilton, director comercial de JCB en el país. “Y llegó justamente para atender a una maduración natural del  mercado, que pasó a exigir más productividad y, consecuentemente, mayor mecanización en el sitio de trabajo.”