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Equipos tornan posibles operaciones más precisas y controladas, garantizando que no haya variaciones en la calidad de la perforación en el transcurso del proceso

Aplicados a trabajos invariablemente severos, los jumbos de perforación son equipos de alta tecnología que atinge grande precisión, cumpliendo un rol crucial en la apertura de túneles y en la perforación de los más diversos tipos de suelos, ya sea en la construcción cuanto en el sector de minería.

Prioritariamente, al se optar por eses equipos, debe ser levada en consideración la necesidad de alto desempeño en la perforación, con la reducción del tiempo de trabajo y el aumento de la calidad de la perforación ejecutada. “Conforme la sección a ser excavada, tan solo un jumbo, con tres operadores, puede ejecutar el mismo servicio que demandaría decenas de empleados con perforadoras manuales”, afirma Paulo Ribeiro, gerente de negocios de Atlas Copco.

Por lo tanto, el primer criterio a ser considerado en la hora de se optar por la solución es la condición de la roca a ser perforada. “A veces, la utilización de perforación y detonación no se aplica, debido a la condición de la roca”, afirma el, destacando que – una vez definida la utilización del jumbo, se debe observar algunos criterios. “Eso incluye la definición del equipo en función de la dimensión del túnel (ancho y altura), analizándose el tamaño y el número de brazos del equipo, por ejemplo.”

De hecho, la cantidad de brazos de la máquina (que puede ser de uno a cuatro) depende del tamaño del área a ser excavada, conforme explica el gerente de Sandvik Mining and Rock Technology, Armando Bernardes. “En el caso de un área extensa, se recomienda utilizar una cantidad mayor de brazos de perforación, con vistas a la reducción del tiempo de perforación”, explica Bernardes. “Para áreas de dimensiones medias, es posible emplear jumbos de dos brazos, que tornan el equipo más liviano, confieren mayor facilidad de maniobra y permiten grande agilidad operacional. Ya en secciones de pequeñas dimensiones, el más adecuado es adoptar el jumbo de solo un brazo, normalmente empleado en minería de menor porte.”

Aún en términos de criterios tecnológicos, Ribeiro, de Atlas Copco, resalta el tipo de taladro a ser utilizada, que dependerá prioritariamente de la productividad requerida, de la disponibilidad de energía eléctrica y de otros factores. Otro aspecto a se considerar dice respecto a los accesorios y opcionales, definidos en función de la aplicación, condición de la roca, estabilidad del macizo rocoso etc. “Muchas veces, además de realizar la perforación para desmonte, el equipo ejecuta perforaciones para instalaciones de tirantes, lo que exige configuración específica, como necesidad de cesta y avanzos telescópicos”, recuerda el gerente de Atlas Copco.

Además, los jumbos de mayor porte – con dos o tres brazos – pueden ser equipados con uno o eventualmente dos brazos-cesta opcionales. “Básicamente, ese ítem tiene función de mantenimiento o de auxiliar en procesos de instalación de tirantes o de perforación de sistemas de enfilaje”, dice Bernardes, de Sandvik.

NIVELES

En los jumbos, la tecnología embarcada gana destaque, en especial, en operaciones de perforación de rocha, pues contribuye efectivamente para eliminar uno de los grandes problemas de excavación, ya sea, la falta de constancia en la calidad de la perforación, garantizando que no haya variaciones en el transcurso del proceso. “Así, el personal de carga de explosivos tendrá de certeza de que la perforación ejecutada será siempre mucho próxima de la situación ideal, lo que permite un real dimensionamiento de la carga de explosivos y el uso correcto de retardo”, comenta Bernardes. “Como resultado, la eficiencia de la detonación será mucho mayor, con reducción de vibraciones, consumo de explosivos y control perfecto de sobre excavación y sub excavación.”

En la actualidad, según Ribeiro, existen equipos que pueden realizar la perforación de forma totalmente automática, en que el operador pasa a ser un mero supervisor de la operación. “Además, existen softwares específicos disponibles, que permiten una gestión completa del plan de perforación y de los resultados obtenidos, además de tener capacidad de telemetría de los equipos”, afirma.

En esa línea, Sandvik, por ejemplo, dispone de dos diferentes niveles de tecnología embarcada en sus jumbos de perforación. Uno de ellos es el sistema TCad+, un recurso que confiere control efectivo sobre la localización de cada furo, su orientación e inclinaciones, aunque la acción aún sea ejecutada por el operador. Ya el sistema iData garantiza al equipo la posibilidad de operación autónoma, de forma a eliminar cualesquiera interferencias de la operación manual. “El operador actúa solamente en la operación en el caso de alguna anormalidad operacional o de mantenimiento”, dice Bernardes.

Mientras tanto, el ejecutivo resalta que, para el mercado brasileño específicamente, el primer propicia mejor retorno. “El TCad+ permite una gran flexibilidad operacional y no impone que el sistema esté operativo para el uso del jumbo”, interpone. “Eso porque el sistema iData está embutido ‘dentro’ del sistema operacional del equipo, obligando a la constante utilización.”

Además, a pesar del sistema iData ser equipado con un ordenador dedicado exclusivamente a la elaboración de diagnosis de fallas durante la operación, el simplemente no las evita. “Solo relata las fallas antes que causen la parada del equipo”, destaca Bernardes. “El sistema entonces informa inmediatamente la potencial falla al operador, que la informa al personal de mantenimiento para providencias.”