Ambientalmente correcto

Con el uso de equipos apropiados, el dragado ambiental lanza mano de estudios y monitoreo para reducir los impactos ambientales de la operación convencional

El acceso entre la playa de Góes y la playa de Santa Cruz dos Navegantes, en el municipio de Guarujá (SP), en la Baixada Santista, ahora solo se puede hacer por el mar. En el local, había una trilla histórica con más de 300 años de existencia ligando esas dos comunidades, que desmoronó debido al aumento de la fuerza hidrodinámica de las ondas en la entrada del canal del Puerto de Santos. Aunque muchos atribuyan esa destrucción al mero aumento del nivel del mar, una encuesta apunta que en la verdad ella fue provocada por el proceso de dragado para profundización del canal portuario.

Además de la destrucción de la trilla, otros impactos socio-ambientales están siendo relatados en las comunidades cercanas, como sedimentación en playas de Santos y Guarujá, inutilización del muelle de atracado de embarcaciones y aumento de la erosión, además del avance del mar con mayor intensidad durante las resacas, invadiendo rúas y predios que bordean el canal del puerto en el barrio de la Ponta da Praia.

La encuesta fue realizada por el especialista en logística portuaria, Rafael Alves Pedrosa. De acuerdo con él, la implantación de las obras de dragado en el canal del Porto de Santos es esencial y trae un enfoque económico relevante, pero aún no se consigue ecualizar cuestiones estructurales y ambientales, alterando espacios utilizados diariamente por la comunidad costera. Eso requiere la adopción de medidas mitigatorias por los órganos públicos.

Hace dos años, Pedrosa participó de una audiencia pública realizada en la 3a Vara de la Policía Federal y, en la actualidad, relata la diferencia nítida existente entre los intereses del Ministerio Público (MP) y de la Compañía Docas del Estado de São Paulo (Codesp). “El MP comprobó con imágenes y datos resultantes de la batimetría (verificación de profundidad) del estuario los impactos ocurridos en las playas, principalmente con la erosión constatada en la Ponta da Praia, en Santos, y la sedimentación de la Praia do Góes, en Guarujá, y en la región del emisario submarino de Santos”, dice él. “Por otro lado, Codesp alegó tener invertido más de 40 millones de reales en estudios sobre los posibles impactos de las obras, negando de esta forma que el dragado sea el responsable por los ocurridos en las playas y, además de todo, destacó la importancia de la continuidad del proceso de dragado para el desarrollo económico local y nacional. La compañía destacó, incluso, que el fin del dragado no colocará un fin en la erosión”, narra Pedrosa.

La audiencia terminó con Codesp siendo presionada por el MP para realizar nuevos estudios sobre los impactos. La Universidad de São Paulo (USP) será involucrada para elaborar un estudio acerca de la reducción de la largura del canal en el tramo más externo del estuario, al paso que la Autoridad Portuaria irá proporcionar informes cada dos meses acerca de la batimetría, la velocidad de las corrientes y la energía de las ondas locales.

EXIGENCIAS

Un proceso con tecnología avanzada realizado en varias partes del mundo es el dragado ambiental, que comienza a ganar espacio en Brasil. Ella consigue reducir el potencial impacto de la obra, minimizando daños ambientales al conciliar equipos como dragas de succión y recalque, balsas y excavadoras dragline a estudios de impacto y monitoreo de dispersión de sedimentos contaminados.

Las bombas utilizadas disponen de sensores de filtros que quitan la sedimentación con elevado tenor de sólidos y poca cantidad de agua. “Durante el proceso, remueven en camadas superficiales los sedimentos sin que haya re-suspensión de compuestos contaminantes, disminuyendo considerablemente el impacto generado en el proceso de dragado”, explica Pedrosa. “Por no agitar el fundo del canal, los equipos evitan la liberación de metales pesados, que atingen al ecosistema marino.”

En el dragado ambiental, la profundización de la quilla del canal es precedido de un estudio que define el límite de profundización, para no causar derrocamiento de las laterales. De acuerdo con Leonardo Cavalcanti, director de comunicación de Luschi Soluções em Engenharia, Saneamento e Meio Ambiente, las bombas de lodo trabajan con hasta un 70% de sólidos, quitando una mayor fracción de material contaminado con menos agua. Las dragas de succión y recalque pueden ser accionadas por control remoto y alcanzan profundidad de dragado de hasta 28 m por debajo de la línea de agua. “La eficiencia de los equipos posibilita un dragado de bajo impacto, posibilitando el desarrollo portuario sin daños al medio ambiente”, observa.

Las soluciones pueden atingir una distancia de descarga máxima de hasta 1 km a partir del punto de dragado, dependiendo de la potencia de la bomba. “Los flotantes modulares tienen dimensiones pequeñas, que posibilitan el transporte en camiones, siendo también adecuados para trabajar en operaciones de dragado en aguas rasas”, explica Cavalcanti.

Esas dragas son acopladas en bombas sumergibles eléctricas de 4 a 12 pulgadas, con caudal de bombeo de dragado de 80 a 900 m3/h, además de poder se integrar a sistemas de dragado con equipos ya existentes. “La alta capacidad de bombeo de sólidos posibilita una producción de dragado de cerca de 1.000 m3/h”, estima Cavalcanti.

Además de los equipos, el especialista considera que la mejor manera de se realizar una obra de dragado ambiental es contar con seguimiento técnico eficiente y equipo capacitado para ofrecer soluciones, desarrollar estudios y metodologías para lidiar con imprevistos, de manera a evitar cualquier posibilidad de impacto ambiental. “El equipo ayuda a controlar la contaminación, pero la experiencia para lidiar con las adversidades del entorno es fundamental”, reitera.